La Fenciclidina es una substancia controlada que pertenece a la Lista II.
En 1959 los laboratorios Parke & Davis sintetizaron la fenciclidina y comienzaron a utilizarla como agente anestésico bajo el nombre comercial de Sernyl® para uso en humanos y bajo el nombre de Sernylan® para su uso en veterinaria.
La fenciclidina mejor conocida como PCP, por sus siglas químicas, también recibe en las calles el nombre de polvo de ángel o polvo cósmico.
Es un polvo cristalino que se disuelve en agua o alcohol que puede presentarse como un líquido amarillento, pero también puede solidificarse para preparar pastillas o cápsulas.
Resulta común que el PCP se utilice para adulterar otras drogas, principalmente aquellas con efectos alucinógenos como LSD, mescalina, psilocina, psilocibina, y a veces se la confunde con ketamina.
La fenciclidina (PCP) puede administrarse por vía oral o intravenosa; aunque generalmente se inhala o se fuma espolvoreada en cigarros de tabaco o marihuana
Cuando alcanza el cerebro inhibe la captación de dopamina y noradrenalina y produce lo que se conoce como anestesia disosiativa: deprime los centros nerviosos responsables de hacer que el organismo experimente dolor y "desconecta" la percepción corporal de las funciones cerebrales; de tal suerte que bajo sus efectos una persona puede observar su propia mano sin darse cuenta de que es suya.
El uso médico de esta droga en humanos se descontinuó en 1965 debido a que los pacientes anestesiados con ella sufrían alucinaciones y reportaban comportamientos violentos e irracionales; los veterinarios siguieron utilizándola para anestesiar animales hasta que en 1978 su venta ilegal provocó su retiro del mercado.
Lamentablemente pasó al mercado clandestino como vehículo recreativo durante la segunda mitad de los sesenta, y pronto tomó popularidad como droga peligrosa, causa frecuente de malos viajes y puede ser letal una sobredosis.
Los primeros efectos después de fumar o inyectar este fármaco ocurren entre los 2 y los 5 minutos. Si se consume oralmente se presentan entre los 30 y los 60 minutos posteriores. En ambos casos duran entre 4 y 6 horas, aunque la persona se siente "normal" hasta después de un día o dos ya que la fenciclidina ejerce efectos particularmente prolongados debido a que su alta liposolubilidad hace que su eliminación total sea bastante lenta.
Dosis leves de fenciclidina dan por resultado euforia acompaña de sedación.
Con dosis medias se reporta desorientación, distorsión de la imagen corporal, enojo, combatividad, proezas poco comunes de fuerza y pérdida de la capacidad para integrar los estímulos sensoriales, especialmente el tacto.
Dosis altas producen un aumento de los síntomas anteriores con la adición de alucinaciones que pueden ser terroríficas en sujetos no habituados e ideación psicótico o esquizofrénica grave; esto es: delirios de persecución, disturbios mentales, alegatos incoherentes y sensación de distancia tanto de sí mismo como del ambiente.
Según Escohotado la tolerancia y la adictividad pierden relevancia en el caso de la fenciclidina, pues se trata de un violento alucinógeno en el sentido estricto "el usuario olvida haber tomado un psicofármaco cuando éste comienza a hacer efecto, y bastante bien librado saldrá quien lo tome si acabar pronto en un hospital.
No hay reportes sobre su potencial de dependencia física. La gran mayoría de las personas que voluntariamente la consumieron alguna vez, no vuelven a hacerlo; sin embargo, el potencial de adicción psicológica es muy alto entre personas con desórdenes mentales asociados a la violencia que buscan sensaciones de fortaleza, poder e invulnerabilidad durante ataques de enojo y furia.
La sobredosificación puede ser mortal, ocasiona crisis hipertensivas, paro respiratorio y convulsiones que llevan al estado de coma.
El manual de Diagnóstico clínico y tratamiento de Krupp asegura que hasta fechas recientes la fenciclidina o PCP fue el segundo psicoactivo después del alcohol en causar ingresos a salas de urgencia por intoxicación con drogas; seguramente porque es adulterante de varias drogas y los intoxicados ni siquiera lo sospechan. El mismo manual aconseja a los médicos conservar al individuo en una atmósfera tranquila y sedar a los pacientes con diacepam
Y si presentan depresión respiratoria es necesaria la intubación traqueal y ventilación mecánica. después del lavado gástrico y de dar un catártico, se restringen los impulsos sensoriales, se previenen lesiones y se vigilan los signos vitales hasta que el paciente supere la crisis.
La fenciclidina mejor conocida como PCP, por sus siglas químicas, también recibe en las calles el nombre de polvo de ángel o polvo cósmico.
Es un polvo cristalino que se disuelve en agua o alcohol que puede presentarse como un líquido amarillento, pero también puede solidificarse para preparar pastillas o cápsulas.
Resulta común que el PCP se utilice para adulterar otras drogas, principalmente aquellas con efectos alucinógenos como LSD, mescalina, psilocina, psilocibina, y a veces se la confunde con ketamina.
La fenciclidina (PCP) puede administrarse por vía oral o intravenosa; aunque generalmente se inhala o se fuma espolvoreada en cigarros de tabaco o marihuana
Cuando alcanza el cerebro inhibe la captación de dopamina y noradrenalina y produce lo que se conoce como anestesia disosiativa: deprime los centros nerviosos responsables de hacer que el organismo experimente dolor y "desconecta" la percepción corporal de las funciones cerebrales; de tal suerte que bajo sus efectos una persona puede observar su propia mano sin darse cuenta de que es suya.
El uso médico de esta droga en humanos se descontinuó en 1965 debido a que los pacientes anestesiados con ella sufrían alucinaciones y reportaban comportamientos violentos e irracionales; los veterinarios siguieron utilizándola para anestesiar animales hasta que en 1978 su venta ilegal provocó su retiro del mercado.
Lamentablemente pasó al mercado clandestino como vehículo recreativo durante la segunda mitad de los sesenta, y pronto tomó popularidad como droga peligrosa, causa frecuente de malos viajes y puede ser letal una sobredosis.
Los primeros efectos después de fumar o inyectar este fármaco ocurren entre los 2 y los 5 minutos. Si se consume oralmente se presentan entre los 30 y los 60 minutos posteriores. En ambos casos duran entre 4 y 6 horas, aunque la persona se siente "normal" hasta después de un día o dos ya que la fenciclidina ejerce efectos particularmente prolongados debido a que su alta liposolubilidad hace que su eliminación total sea bastante lenta.
Dosis leves de fenciclidina dan por resultado euforia acompaña de sedación.
Con dosis medias se reporta desorientación, distorsión de la imagen corporal, enojo, combatividad, proezas poco comunes de fuerza y pérdida de la capacidad para integrar los estímulos sensoriales, especialmente el tacto.
Dosis altas producen un aumento de los síntomas anteriores con la adición de alucinaciones que pueden ser terroríficas en sujetos no habituados e ideación psicótico o esquizofrénica grave; esto es: delirios de persecución, disturbios mentales, alegatos incoherentes y sensación de distancia tanto de sí mismo como del ambiente.
Según Escohotado la tolerancia y la adictividad pierden relevancia en el caso de la fenciclidina, pues se trata de un violento alucinógeno en el sentido estricto "el usuario olvida haber tomado un psicofármaco cuando éste comienza a hacer efecto, y bastante bien librado saldrá quien lo tome si acabar pronto en un hospital.
No hay reportes sobre su potencial de dependencia física. La gran mayoría de las personas que voluntariamente la consumieron alguna vez, no vuelven a hacerlo; sin embargo, el potencial de adicción psicológica es muy alto entre personas con desórdenes mentales asociados a la violencia que buscan sensaciones de fortaleza, poder e invulnerabilidad durante ataques de enojo y furia.
La sobredosificación puede ser mortal, ocasiona crisis hipertensivas, paro respiratorio y convulsiones que llevan al estado de coma.
El manual de Diagnóstico clínico y tratamiento de Krupp asegura que hasta fechas recientes la fenciclidina o PCP fue el segundo psicoactivo después del alcohol en causar ingresos a salas de urgencia por intoxicación con drogas; seguramente porque es adulterante de varias drogas y los intoxicados ni siquiera lo sospechan. El mismo manual aconseja a los médicos conservar al individuo en una atmósfera tranquila y sedar a los pacientes con diacepam
Y si presentan depresión respiratoria es necesaria la intubación traqueal y ventilación mecánica. después del lavado gástrico y de dar un catártico, se restringen los impulsos sensoriales, se previenen lesiones y se vigilan los signos vitales hasta que el paciente supere la crisis.